


Historia
Los ganaderos, fieles a la tradición Pinteña en el cuidado y crianza de toros bravos y caballos, comienzan a cimentar su ganadería de lidia en el año 2015, tras la compra de 10 vacas de pura casta y un reproductor en la ganadería de Peñas Blancas.
Posteriormente, se hacen incorporaciones de vacas y reproductores de Campobravo, para fundar lo que vendría a ser la base fundacional de la ganadería a la presente fecha.
Con predominancia del encaste Juan Pedro Domecq en las vacas y reproductores
Campobravo encaste Baltasar Ibán, la ganadería, nueva aún, apunta a lidiar corridas
de toros en donde el toro se destaque por su bravura, raza y clase. Objetivo difícil
de alcanzar, en el cual se debe trabajar mucho en la selección y cuidado de los animales
para reproducción, procesos de sanidad y excelentes potreros con pasto abundante para las
vacas y toros.
Como ganadería valora y cuida mucho la naturaleza y el campo, protege a los animales
endémicos de la zona, y busca un toro que emocione a los tendidos por su transmisión y
alegría, para mantener así, viva la tradición taurina y la fiesta de los toros. Identidad
cultural de la serranía ecuatoriana, pero sobre todo, ícono de libertad y respeto por la
más hermosa de todas las fiestas.